El presidente Joe Biden ha expresado su preocupación por la situación humanitaria en Gaza durante una conversación telefónica con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu. Esta llamada fue la primera entre ambos líderes desde un ataque que resultó en la muerte de siete trabajadores humanitarios de World Central Kitchen en Gaza, entre ellos un ciudadano con doble nacionalidad estadounidense y canadiense, lo que generó una creciente frustración por parte de Biden hacia la campaña militar israelí en la región.
Biden dejó claro que la situación humanitaria en Gaza es inaceptable y advirtió a Israel que debe tomar medidas inmediatas y concretas para abordar la crisis, o enfrentar las consecuencias. Estados Unidos está considerando posibles cambios en su política hacia Israel si la situación no mejora.
A pesar de estas advertencias, Estados Unidos continúa vendiendo armas a Israel, lo que ha generado críticas y cuestionamientos sobre la coherencia de la política exterior de Biden. Además, Biden ha pedido un alto el fuego temporal que incluya la liberación de rehenes en manos de Hamas, pero aún no ha respaldado un alto el fuego permanente.
La vacilación de Biden en este tema contrasta con las acciones y declaraciones de otros líderes mundiales, incluidos los aliados de Estados Unidos, quienes han expresado una mayor urgencia para poner fin al conflicto en Gaza y mejorar la situación humanitaria en la región.